En los mundos creados por el cine y la televisión, la historia siempre ha ocupado el centro de atención; de ella nacen personajes y escenarios que nos llevan a experimentar diversas sensaciones. Pero ¿qué ocurre cuando se desea sumergir aún más al espectador en la historia y crear un mundo completamente nuevo?. Es aquí en donde la creación de idiomas únicos, construidos específicamente para series y películas o «conlangs», como se les denomina, entra en escena para enriquecer aún más la trama.
La creación de lenguas en la historia de las artes no es algo nuevo. En un comienzo se inventaron idiomas para libros de aventuras y ficción, como lo hizo Julio Verne en su libro «Veinte mil leguas de viaje submarino», en donde se encuentran frases en una lengua producto de la mezcla entre el latín, el francés y el alemán. Aunque los idiomas inventados se usaron inicialmente en libros, es en el cine y la televisión donde han tomado fuerza y se han convertido en herramientas poderosas.
El arte de crear un idioma nuevo
La creación de un «conlang» es un proceso minucioso y preciso que involucra no solo a lingüistas expertos, sino también a directores y creadores de historias.
Estos son algunos de los puntos clave para tener en cuenta en la creación de un «conlang»:
Investigar la cultura: El primer paso y quizás uno de los más importantes es determinar el entorno cultural en el cual se desarrollará el nuevo idioma. Esto ayuda a establecer el tono adecuado, el vocabulario y en general la estructura. Los «conlangs» deben estar en sintonía con la cultura y el entorno en el que se utilizarán.
Establecer la fonética y la fonología: Diseñar los sonidos del idioma es esencial para darle autenticidad y coherencia.
Definir la gramática: Establecer las reglas gramaticales es indispensable para la comprensión y la credibilidad del idioma. Pueden basarse en la gramática de lenguas ya existentes o crear una sintaxis y morfología completamente nuevas.
Crear un vocabulario: Desarrollar un conjunto de palabras que reflejen la cultura y el contexto del mundo ficticio, que permitan comunicar con éxito los mensajes que desea transmitir el creador de la película o serie, es una etapa vital dentro del proceso.
Establecer la escritura: La escritura puede basarse en alfabetos ya existentes como el latino o en algunos casos, se puede desarrollar un sistema de escritura propio para el idioma.
Aquí algunos «conlangs» icónicos que se han creado para el cine y la televisión:
Klingon y vulcano
Fueron creados por Marc Okrand y se escucharon por primera vez en las películas y series de «Star Trek». Son dos de los «conlangs» más conocidos y cuentan con una base de seguidores dedicados. Empresas como Ultralingua han creado ayudas lingüísticas, como diccionarios y herramientas fonéticas para aprender estas lenguas. Desde 1992 existe el «Klingon Language Institute», cuyo objetivo es el estudio de esta lengua y la cultura que la rodea.
Dothraki y valyrio
El dothraki fue creado por el lingüista David J. Peterson, quien ganó un concurso convocado por los creadores de «Game of Thrones» en 2009. El autor explica que su gramática es similar a la del ruso. Su fonética gutural contribuyó a sumergirnos en los vastos paisajes de su historia. Por otro lado, el valyrio, también creado por Peterson, se basa en las lenguas latina y griega, ya que su creador deseaba que pareciera una lengua viva. Ambos idiomas en la actualidad pueden ser aprendidos, pues cuentan con gramática y vocabulario que permiten tener una comunicación fluida. Según CNN, alrededor de 1.2 millones de personas estarían aprendiendo el valyrio.
Na'vi
Creado por Paul Frommer para la película «Avatar» en 2009, es hablado por los habitantes del mundo mágico de Pandora. El na'vi consta de 20 consonantes, siete vocales y cuatro diptongos, logrando una fluidez y autenticidad que contribuye significativamente a la experiencia cinematográfica. Tiene influencias persas en la gramática y algunas palabras de su vocabulario se asemejan al bahasa malayo.
Minionés
También conocido como Minion Language o «Banana Language», fue creado por Pierre Coffin y Chris Renaud, directores de la película «Despicable Me», para dar vida y personalidad a los Minions. Aunque este «conlang» no es tan completo, ha dejado una marca en la industria por su especial fonética. Esta lengua se basa en sonidos y utiliza la onomatopeya (palabras cuyos sonidos se asocian con su significado, como «miam» o «boum»). Su vocabulario toma prestadas palabras de otros idiomas, como el inglés, el español, el italiano, el filipino y el coreano, entre otros, y les agrega una serie de sonidos divertidos y graciosos.
Quenya y sindarin
J.R.R. Tolkien, autor de la famosa saga «El Señor de los Anillos» y de «El Hobbit», creó estas dos lenguas para su mundo ficticio de «Middle-earth». Además, Tolkien creó 15 dialectos élficos distintos y un idioma de señas para los enanos de la historia. Algunos autores las consideran como una de las lenguas artificiales más desarrolladas. El sindarin se basa en el galés y se puede escribir con el alfabeto latino, cirth y tengwar. El quenya tiene influencia del finés, el latín, el griego y el celta.
Gracias a los avances de la inteligencia artificial, en los próximos años podrían surgir lenguas generadas artificialmente y adaptadas a los mundos de ficción. Es posible que los «conlangs» futuros sean más inclusivos y se desarrollen teniendo en cuenta las necesidades de comunidades lingüísticamente desatendidas.
La creación de lenguas de ficción para la televisión y el cine es una gran herramienta para enriquecer nuestra experiencia visual. A medida que evolucione este campo, el arte lingüístico de idear nuevos mundos, seguirá siendo parte integral en la creación de los relatos y las historias que nos cautivan.
¿Ha inventado alguna vez un código secreto o una nueva forma de comunicación? Si es así, ¡nos encantaría saberlo!
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