Nuestra filosofía en materia de donaciones

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La práctica de la caridad no es un concepto nuevo; todas las grandes religiones nos piden que lo hagamos. Creo que, como miembros de la sociedad, es nuestro deber contribuir con causas justas que, de otro modo, no podrían tener éxito en sus esfuerzos sin el apoyo de la comunidad.

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En mi experiencia, la práctica de la caridad nos ayuda a todos: ayuda tanto al que da como al que recibe, y forma parte del ciclo de la vida. Somos miembros exitosos de una comunidad que da lugar a nuestros negocios gracias al contrato social, por eso es nuestro deber contribuir también al bienestar de la comunidad en general ya que en ella se sostienen nuestros propios esfuerzos empresariales.

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Creo que dar es una forma de elevar a todos los que necesitan la ayuda. Cuando colaboramos con una causa justa, elevamos su función y su valor. Practicar la caridad es ejercitar el músculo de «hacer el bien» que todos tenemos, y cuanto más lo ejercites, mejor lo harás. Cuando haces el ejercicio de ser bueno con los demás, aprendes a ser bueno contigo mismo y con tus seres queridos.

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La bondad genera bondad. Es tan sencillo como eso.

Maryse Benhoff

Presidenta, BG Communications International